¿Algo tan dificil se puede hacer tan bonito? // Introducción al color 09.10

James Lord, A Giacometti portrait, “Retrato de Giacometti”, editorial la bolsa de la medusa/Antonio Machado libros, segunda edición 2005, 1965 New York.

Giacometti, escultor y pintor suizo, de gran influencia sobre sus contemporáneos, se le reconoce por el desarrollo de la escultura de la naturaleza muerta. Comienza su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de Ginebra y en la de Artes y Oficios. Después de una breve estancia en Italia se establece en París. Allí se hace discípulo de Archipenko. Su obra escultórica revela algunos rasgos del barroco, del arte egipcio y de los mosaicos bizantinos, pero evoluciona por el surrealismo y el cubismo. Sin embargo, logra su propio estilo a partir del año 1945, enmarcado dentro del arte figurativo; representa formas alargadas y delgadas hasta tornarse filiformes y siempre deja que surja la verdadera textura del material que utiliza. Algunas de sus obras son Bola colgante (1930), Objeto desagradable (1932) y La pareja (1926).

El libro se basa en una obra concreta que este escultor y pintor realizó a James, autor del libro. Por eso es necesario que en cada capítulo que vamos avanzando, encontremos una imagen a blanco y negro de la obra de la cual se está hablando.

El libro comienza con un prefacio de Diego Giacometti, hermano de Alberto, unas pocas palabras acerca del pensamiento de éste tras la lectura del libro. A continuación, llegan una serie de capítulos en los cuales, el autor James Lord, va narrando como Alberto, el artista, le retrata sesión a sesión. Me llama realmente la atención, lo poco que le puede cundir un día, y todo lo que avanza en otros, porque es realmente lo que nos puede pasar a todos nosotros cuando estamos en clase, si un día no le apetece, claramente dice de bajar a la cafetería o dejarlo para otro, y sin embargo cuando trabaja, le salen cosas que realmente llaman la atención.
Al finalizar el libro hay una nota del autor en la cual dice que conoce a Giacometti, pero nunca se le había ocurrido redactar los detalles de sus encuentros, que es lo que hace aquí. Realmente interesante ya que este prestaba especial atención a lo que decía Giacometti para luego poder recordarlo y escribirlo. Redactaba normalmente por las noches, pero de vez en cuanto cuando Giacometti no le veía apuntaba cosas en una libreta. No quiso que el artista supiese que estaba escribiendo acerca de ellos, ya que posiblemente la espontaneidad de las conversaciones no hubiese sido lo mismo.

Me gusta que realmente cuando lees el libro, te hace entrar en la obra, en el estudio del pintor, narrando las cosas que suceden ahí dentro, el día a día de un artista consagrado en museos y en el arte de hoy en día.